domingo, 18 de diciembre de 2011

UNA DE MORAL (149)

Señor Dios y jefe nuestro, ante el puesto dificíl que elegimos voluntariamente venimos a ti porque queremos ser el mejor soldado de la patria;porque tenemos sentido del riesgo,cara a la muerte,porque nos sacude el alma ante un abismo abierto con su grata incertidumbre. Te pedimos Señor, luz para proyectarla sobre el autentico valor de la vida, cuando se gane o se pierda en aras del deber. Serenidad que sujete nuestros ánimos ante el vértigo del instinto y del mundo. Optimismo espiritual para conseguir que sean nuestros el valor, amor al sacrificio, pureza, fortaleza, generosidad y auntentico compañerismo. Y esperanza en que Tú, Dios Padre, creador de todas las cosas estés en el aire y en el suelo para abrazarnos, curar la herida o recoger nuestra alma.
Oración paracaidista.

martes, 13 de diciembre de 2011

UNA DE MORAL (148)

"... el soldado es un ciudadano que protege a los demás, asegurándoles la tranquila posesión de sus bienes, en el apoyo y sostén de las leyes que hacen feliz a su Patria, y el escudo de esta contra la violencia e injusticia de sus enemigos..."
Ordenanzas de Carlos III

UNA DE MORAL 8147)

"...con el objeto de que los tuviesen definitivos aunque hubiesen de mudar los Coroneles y fuesen diferentes los colores de los vestidos, he resuelto que todos los que en esta mi Real Ordenanza van expresados por los nombres de los Coroneles, que actualmetne tienen, se nombren en adelante y perpetuamente en la conformidad que se sigue..."
Real Ordenanza de 28 de febrero de 1.707 por la que Felipe V ordenan que los regimientos de infantería mantengan fijo y para siempre su nombre.

sábado, 3 de diciembre de 2011

UNA DE MORAL (146)

"...las compañías de granaderos y cazadores del batallón de infantería de este reino,mandadas por sus respectivos capitanes, tenientes coroneles D. José Carasola y D. Pablo de Pedro y el Mayor General D. Gabriel de Hervas, pasaron a la isla lo que se efectuó con tanta rapidez que a la una media ya sehallaban posesionados del Cayo Fuerte Jorge y Baterías, quitadas las banderas británicas y enarboladas las españolas..."
Reconquista de la isla de Roatán por D. Matías de Gálvez en 1.781.

domingo, 27 de noviembre de 2011

UNA DE MORAL (145)

"Pena de muerte a cualquier persona, sea de la clase o condición que fuere, que tuviera la vileza de proferir la voz de rendición o capitulación".
General D. Mariano Álvarez de Castro, defensor de Gerona, 1.809.

martes, 15 de noviembre de 2011

CARROS Y VEHÍCULOS DE COMBATE DE LA ACINF

T-26, de fabricación soviética, empleado en la guerra civil española y en servicio hasta mediados de los años 50.

VCI Pizarro, vehículo de combate de infantería en servicio actualmente.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

UNA DE MORAL (144)

"...Los pueblos de España no se desanimaban por la duración de la guerra; en algunas provincias los paisanos estaban siempre armados; los labradores tenían en una mano la esteva y en la otra un arma siempre pronta, que enterraban cuando se aproximaban los franceses si no se creían bastante fuertes para reunirse y batirlo.
Su animosidad aumentaba con las vejaciones que los franceses les hacían.
Las desgracias por las cuales otras naciones se sometían, mirándolas como consecuencias inevitables de la guerra, eran para los españoles nuevos motivos de irritación y odio.
Empleaban para satisfacer sus resentimientos la mayor energía o el disimulo mas astuto cuando se sabían mas débiles.
Seguían a lo lejos las columnas francesas para degollar a los soldados fatigados o heridos que se retrasaban en las marchas..."
Michel Rocca, oficial del 2º regimiento de húsares. 1.809.

martes, 8 de noviembre de 2011

UNA DE MORAL (144)

Soy valiente y leal legionario
soy soldado de brava legión;
pesa en mi
alma doliente calvario
que en el fuego busca redención.
Mi divisa no conoce el miedo,
mi destino tan sólo es sufrir;
mi Bandera luchar con denuedo
hasta conseguir
vencer o morir.
Legionario, legionario
que te entregas a luchar
y al azar dejas tu suerte,
pues tu vida es un azar.
Legionario, legionario
de bravura sin igual,
si en la guerra hallas la muerte,
tendrás siempre por sudario,
Legionario
la Bandera Nacional.
¡Legionarios a luchar,legionarios a morir!
Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspire a saber quién soy yo;
mil tragedias de diversos modos,
que el correr de la vida formó.
Cada uno será lo que quiera,
nada importa su vida anterior
pero juntos formamos Bandera,
que da a la Legiónel más alto honor.
Legionario, legionario
que te entregas a luchar
y al azar dejas tu suerte,
pues tu vida es un azar.
Legionario, legionario
de bravura sin igual,
si en la guerra hallas la muerte,
tendrás siempre por sudario,
Legionario
la Bandera Nacional.
¡Legionarios a luchar,
legionarios a morir!

domingo, 6 de noviembre de 2011

UNA DE MORAL (143)

"Por España;
y el que quiera defenderla
honrado muera;
y el que traidor la abandone
no tenga quien le perdone,
ni en tierra santa cobijo,
ni una cruz en sus despojos,
ni las manos de un buen hijo
para cerrarle los ojos".
Brindis del Capitán Diego de Acuña.

jueves, 27 de octubre de 2011

WARGAMES

Vista General del frente del Este, desde Leningrado a Odessa
Tropas soviéticas del Distrito militar de Moscú.

WARGAMES

Frente de Finlandia y Leningrado.
Grupo de Ejércitos Norte, Centro y Sur, enfrente el despliegue inicial soviético.
Vista de la frontera rumano-soviética, con una porción de Hungría y la zona sur correspondiente al Grupo de Ejércitos Sur.
Vista General del frente del Este, desde Murmansk al Cáucaso.

Fotos del despliegue inicial de una partida de "War in the East", del juego "War in Europe".

lunes, 24 de octubre de 2011

UNA DE MORAL (142)

AURAS DE GLORIA
Volda, infantes de la raza íbera
dando al viento el altivo pabellón
tremolando orgullosos la bandera
que un mundo y otro mundo domeñó,
volad.
Guardad eternamente inmaculado
los brillantes anales de su historia
por el hispano infante arrebatados
al trono omnipotente de la Gloria.
Grabad en los cuarteles de su escudo
más glorias, más hazañas;
vuelvan otra vez a ser testigo mudo
el Universo todo ante tu espada.
¿Es tu voz quien llama
ansiosa de anhelos,
esa voz, esa voz hermana
que llora las glorias de nuestros
abuelos?
No te aflijas, Patria mía,
triunfarás;
mientras haya Infantería,
los laureles de otros días,
de otros días volverán.
Ya el infante noble y fiero
cae por ti
y marcando un derrotero
surca intrépido el primero
el primero todo el Rif.
Por ti Velarde inmoló su vida
tan sólo en tu holocausto la perdió;
más grande, más sublime y más florida
ofreció dártela un día y te la dio.
Y cantarán poetas las épicas proezas
de héroes la legión,
desde el vetusto alcázar toledano
la sangre que haga falta te ofrendamos
viril el brazo, entero el corazón.
Rayos triunfales tus armas reverberan,
oigo el grito de guerra ¡España!¡España!
cual si al ¡Santiago! antiguo respondieran
otros tercios flamencos en campaña.
¡Salve!¡Salve!, triunfal Infantería,
de ti espera la Patria. En ti confía.
Letra original del Himno de Infantería, cantado por primera vez el 8 de diciembre de 1.909.

jueves, 20 de octubre de 2011

UNA DE MORAL (141)

EL NOVIO DE LA MUERTE
Nadie en el Tercio sabía quien era aquel legionario
tan audaz y temerario que a la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
más la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo, el corazón.
Más si alguno quien era le preguntaba
con dolor y rudeza le
contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte que va a unirse en lazo fuerte con tal leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera
defendiendo a su Bandera
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la arena ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte que va a unirse en lazo fuerte con tal leal compañera.
Cuando, al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"Si algún día Dios te llama
para mi un puesto reclama
que buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba.
Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte y su amor fue mi ¡Bandera!

domingo, 9 de octubre de 2011

UNA DE MORAL (140)

"Disparad sobre nosotros, el enemigo está dentro".
Mensaje de los defensores del cuartel de Simancas (Gijón) a los buques de guerra del bando nacional, en los últimos momentos del asalto. Guerra civil española, 1.936.

miércoles, 5 de octubre de 2011

UNA DE MORAL (139)

"Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados;
por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados;
por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados;
por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados;
y finalmente por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del Rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados".
Cuentas del Gran Capitán, atribuidas a D. Fernando González de Córdoba.

martes, 4 de octubre de 2011

UNA DE MORAL (138)

"Señores, en esta batalla nos van muchos reinos y provincias, y así, con licencia de SM y Alteza Real diré lo que siento.
El peso de la batalla ha de ser en aquella colina y de los cuatro Tercios que están en ella, el uno es nuevo, que en su vida ha visto enemigo, y así señores, será necesario enviar allí un tercio de Españoles, e irle socorriendo con mas gente, conforme a la necesidad nos enseñare"
Comentario del Marques de Grana, comandante en jefe de la artillería imperial, el día anterior a la batalla de Nordlingen, 1.634.

lunes, 3 de octubre de 2011

UNA DE MORAL (137)

"Mis soldados saben vencer o morir, pero rendirse bajo condiciones deshonrosas...jmás!
Contestación del comandante Camps y Feliu, defensor con 60 soldados del regimiento de la Corona y varios voluntarios, del puesto de Holgúin, guerra de Cuba.

martes, 27 de septiembre de 2011

UNA DE MORAL (136)

"Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo, las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroismo con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanza de auxilio alguno, ha defendido su bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo, rindiendo culto a las virtudes militares e interpretando los sentimientos del ejército de esta república que bizarramente les ha combatido, a propuesta de mi secretario de guerra y de acuerdo con mi consejo de gobierno, vengo a disponer lo siguiente:
Artículo único.
Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas no serán considerados como prisioneros, sino por el contrario como amigos, y en consecuencia se les proveerá por la capitanía general de los pases necesarios para que puedan regresar a su país.
Dado en Tarlak a 30 de junio de 1899.
El presidente de la república, Antonio Aguinaldo.

lunes, 26 de septiembre de 2011

UNA DE MORAL (135)

"...No ha mucho, me recordaba un jefe bastante veterano la escena por él presenciada en un vagón del tren de Alcálá de Henares.
Un soldado que decía haber perdido su billete negábase a pagar otro al revisor, incrédulo de que lo hubiese extraviado.
No sabiendo el muchacho como convencer al ferroviario, púsose en pie, y, rojo de indignación, exclamó: "Yo no miento, soy de Cazadores de las Navas".
Y con tal firmeza lo dijo que acabó la porfía.
Aquel cazador poseía el sentimiento del honor de su uniforme y del prestigio de su batallón..."

miércoles, 21 de septiembre de 2011

UNA DE MORAL (134)

"Vuestro padre Carlos V no os ha dado más que la vida, yo os daré el honor y la gradeza".
Pio V a D. Juan de Austria.

viernes, 16 de septiembre de 2011

UNA DE MORAL (133)

"Si de tu oro, el sol es garantía,
el rojo de las dos franjas restantes,
lo garantiza tu fíel infantería,
mientras nos quede sangre a tus infantes".
Inscripción al pie de la bandera de la Academia de Infantería.

viernes, 9 de septiembre de 2011

UNA DE MORAL (132)

"...habiendo, pues, más de hora y media que duraba esta batalla, los soldados españoles, que sin mostrar flaqueza peleaban con mayor ánimo cada hora, siguiendo a su Maestre de Campo, mostraron muy bien cuanto deben las gentes bárbaras temer sus belicos ánimos y, como si la pelea se comenzara de nuevo, entraron de golpe en la galera del Bacha y la fueron ajorando hasta la popa..."
Batalla de Lepanto.

ÚLTIMO NÚMERO DE WARGAMES SOLDADOS Y ESTRATEGIA

Ya se encuentra en los quioscos, el número de septiembre.



martes, 6 de septiembre de 2011

CARROS DE COMBATE ACINF

Cazacarros M41ETUA "Cazador".
Prototipo de un cazacarros sobre chasis de M41, equipado con misiles TOW.



lunes, 5 de septiembre de 2011

CARROS DE COMBATE ACINF

M47. Este modelo fue equipado en España, único país donde se hizo, con el cañón de 105 mm M68 en lugar de la pieza original de 90 mm.


martes, 30 de agosto de 2011

UNA DE MORAL (131)

"Si el ejército español nos ha dejado prendados por el importante servicio que nos ha hecho, su comportamiento mientras estuvo de guarnición en esta ciudad nos dio nuevos motivos de agradecimiento.
La brillantez de los uniformes que no pudo menos de sorprendernos se aumentaba con la más regular y severa disciplina.
Los soldados vivían con nostros en la mas intima familiaridad, contentándose a veces con las más mezquinas comodidades.
No había de su parte exigencias injustas ni abusos".
Artículo aparecido en el periódico portugués "O Puritano", sobre el comportamiento del ejército español en la intervención de Portugal de 1.847.

viernes, 26 de agosto de 2011

UNA DE MORAL (130)

"Mi Capitán, yo me atrevo a ir solo a incendiar la casa.
Me ataré al cuerpo una cuerda,llegaré hasta allí, prenderé fuego a los muros, me matarán.
Pero no quiero que mi cadaver quede en poder de los mambises; es lo único que pido".
1.896, Guerra de Cuba, Eloy Gonzalo, el héroe de Cascorro.

jueves, 25 de agosto de 2011

UNA DE MORAL (129)

"...Esta campaña, comenzada en el peor momento, en la peor estación y con insuficiente preparación, ha hecho evidentes las mejores condiciones del soldado español.
Él ha sido invariablemente ordenado, obediente, contento e incluso alegre bajo las peores condiciones.
Satisfecho con poco, sereno en la dureza, tiene un fondo de alegría que le mantiene inalterable cuando otros caerían en la murmuración y el desaliento..."
Frederich Hardman, spanish campaign in Morocco, 1.860.

martes, 23 de agosto de 2011

UNA DE MORAL (128)

"...el valor de los españoles era soberbio. A medida que la metralla se incrustaba en el pueblo, a medida que la lluvia de plomo caía sobre las trincheras, buscando cada esquina, cada aspillera, cada grieta, los soldados de ese incomparable héroe, Vara del Rey, fría y deliberadamente continuaron durante horas, levantándose desde sus tricheras y rechazando oleada tras oleada de los americanos.
Su número fue haciéndose cada vez más pequeño, sus trincheras se llenaron con muertos y heridos, pero con una valentía más allá de lo normal, resistieron los ataques y durante ocho horas sujetaron al enemigo, más de diez veces su número..."
Herbert Howland Sargent, the Campaign of Santiago de Cuba.

UNA DE MORAL (127)

"Cuando los rebeldes iban pasando con sus navíos por el río abajo les decían a los españoles en lengua castellana que 'no era posible sino que Dios era español pues había usado con ellos tan gran milagro', y que 'nadie en el mundo sino Él (por su divina misedicordia) fuera bastante a librarles del pelibro y de sus manos".
Sobre el milagro de Empel.

viernes, 19 de agosto de 2011

UNA DE MORAL (126)

"... nuestras fuerzas avanzaron sufriendo bajo el mejor fuego de mosquetería que nunca se haya ejecutado, no solamente en un campo de batalla, sino en cualquier maniobra..."
General Saint-Cyr, sobre las tropas españolas en la batalla de Valls, 1.809.

martes, 2 de agosto de 2011

WARGAMES

No sé porqué pero el blog no me deja responder a los comentarios de Phobos, así que lo hago aquí.
El Breaking News es una opción que también quiero probar.
Impetus me encanta y la manera en la que se han resuelto cosas en ese reglamento por parte del creador del juego hace que todo lo que diseñe me parezca atractivo.
El breaking news me lo tengo que leer con mas detenimiento y probarlo.
Y por supuesto hacer listas de ejército españoles:)

martes, 19 de julio de 2011

CARROS DE COMBATE ACINF


M48 A5 E2. Le falta el proyector de luz, que con la potencia que tenía, se avisaba a las dotaciones que podía llegar a provocar ceguera si se miraba de frente.

lunes, 11 de julio de 2011

CARROS DE COMBATE ACINF

Aprovechando una visita a Toledo, hice fotos de prácticamente todos los medios acorazadeos que hay expuestos en la explanada de la ACINF.
Solo hecho en falta un Panzer IV y el STUG, por lo demás hay prácticamente de todos los modelos que hay en exposición en España.

AMX 30EM2



M60A3TTS






























viernes, 8 de julio de 2011

UNA DE MORAL (125)

"...vemos por la experiencia que aunque un campo sea grandísimo, a todos los trabajos y cosas que se ofrecen luego se sacan y llaman los españoles, y aunque esta banda de gente no es de tanto número como cualquiera de las otras, por su valor está satisfecho y seguro el general, que aquéllos son el nervio y fuerza de tal ejército y que a las cosas de importancia y reputación se ha de contar con ellos..."
Marcos de Isaba.

martes, 5 de julio de 2011

WARGAMES

Para la pregunta de Phobos, he probado las figuras con Ambush Alley pero el reglamento no me convence, así que ahora los usaré para Dispensable Heroes en su versión de guerras modernas.
Las figuras de Eureka son muy buenas, lá única pega que son algo mas caras que el 28 mm estandar, pero están muy bien.
Un saludo

UNA DE MORAL (124)

"Que Dios me dé cien años de guerra y no un día de batalla, este es mi consejo, pero aquí la batalla es nuestra única salida".
Marqués de Pescara, antes de la batalla de Pavía.

lunes, 4 de julio de 2011

UNA DE MORAL (123)

"...que ningún soldado, ni otra persona, habiendo enemigos en campaña, ande en el ejército sin cruz o banda roja cosida, so pena de castigo arbitrario, porque no trayendo las cruces o bandas cosidas pueden andar seguramente espías..."
Sancho de Londoño, Discurso sobre la forma de reducir la disciplina militar a mejor y antiguo estado.

sábado, 2 de julio de 2011

UNA DE MORAL (122)

"Por allá, se va a Panamá, a ser pobres; por aquí, a conquistar un imperio".
Francisco Pizarro al trazar la línea en la arena.

viernes, 1 de julio de 2011

UNA DE MORAL (121)

"... potente guía de una catolicidad asediada, la monarquía hispana debía una larga hegemonía mundial no al crecimiento de su capacidad productiva y a la actividad de mercaderes y financeros, sino al valor y a la fidelidad de sus soldados.
Éstos se batieron en nombre de valores tradicionales: la gloria del rey, el triunfo de la fe, la honra y la hacienda".
Rafael Puddu, "El soldado gentilhombre".

jueves, 23 de junio de 2011

UNA DE MORAL (120)

"Reconozcamos a Dios la merced que nos hizo hombres, no bestias; cristianos, no moros; españoles, no de otra Nación".
Juan de Mallara.

martes, 21 de junio de 2011

UNA DE MORAL (119)

"...nunca un rey suscitó mayor entusiasmo en el pueblo. Lejos de oponerle obstáculos, se apresuraban los pueblos a facilitarle hombres y recursos de todo género. Nadie pensaba ni meditaba el estado de pobreza en el que se encontraba.
Todos, ciudades, villas, aldeas, grandes, clero, particulares, todos a competencia mandaban a la corte donativos y levantaban a su costa batallones, compañías, escuadrones, regimientos, según la posibilidad de cada uno, y los enviaban al rey equipados, armados, municionados, y pronto a entrar en campaña..."
Historia General de España y de las naciones americanas que fueron españolas, Antonio Cárcer Montalbán, sobre Felipe V y la guerra de sucesión.

domingo, 19 de junio de 2011

UNA DE MORAL (118)

"Señor, estos señores soldados, mis hijos, os saludan. Algunos, los más, no pueden alzarse porque están muertos, pero todos os presentan sus respetos y os encarecen que digáis al Rey, nuestro señor, que cumplieron lo jurado e hicieron honor al título que heredaron de sus mayores, soldados de los Tercios de España".
Batalla de Waalwijk.

miércoles, 15 de junio de 2011

UNA DE MORAL (117)

Revuelta de los Países Bajos.
Guillermo de Orange amenaza al duque de Alba informándole que le apoyan Dinamarca, Inglaterra, Estados alemanes protestantes y franceses protestantes.
Respuesta del duque de Alba:
"No importa, mas son los que se han ligado con el rey de España, pues entran en la liga los reyes de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, los duques de Milán y Borgoña, el soberano de Flandes y los reyes de Perú, Méjico y Filipinas".

lunes, 13 de junio de 2011

UNA DE MORAL (116)

"...que no estaba nadie seguro de mí sino en la quinta esfera, que para eso me había dado Dios diez dedos en cada mano y ciento cincuenta españoles..."
Autobiografía del Capitán Alonso de Contreras.

domingo, 12 de junio de 2011

UNA DE MORAL (115)

"...un cuerpo de hasta diez mil soldados, magnífico y bien provisto, sin la menor tacha ni en las armas, ni en el alarde de vestuario ni en la calidad y virtud de los hombres, y tampoco en el abastecimiento de víveres o en las pagas; y hasta en sus cortesanas, que en su ornato parecían princesas.
Y al pasar cerca de la frontera con Francia, por Lorena, los caminos se abarrotaban de la gente que fue a contemplarlos..."
Señor de Brantome, sobre el ejército del duque de Alba en 1.567.

miércoles, 8 de junio de 2011

UNA DE MORAL (114)

"Siendo como somos, en el afición propios de hermanos prometemos como españoles y juramos como cristianos de morir por ellos, y por lo que a Vmd, tocare, como amigos por amigos y hermanos por hermanos, porque españoles pelear tienen por gloria y vencer por costumbre, pues vamos señores por l´amor de Dios a socorrer el castillo de Gante donde están nros. amigos y hermanos".

Carta de los amotinados de Alost, al enterarse que la guarnición española del castillo de Gante se encontraba rodeada por 20.000 enemigos.

martes, 7 de junio de 2011

UNA DE MORAL (113)

"Incluso en el momento en que todo parecía hundido en los Estados, ningún Tercio, ninguna compañía, ningún soldado se abandonaron.
Lo que de poder le quedaba en realidad a Felipe II en 1.576, después de la muerte de su gobernador y capitán general Requesens, estaba en su destrozada infantería".
René Quatrefages, "Los Tercios".

lunes, 6 de junio de 2011

UNA DE MORAL (112)

"Regresaron los suizos a sus montañas disminuidos en número pero mucho mas disminuidos en audacia"
Comentario sobre los mercenarios suizos tras la batalla de Bicoca.

jueves, 2 de junio de 2011

UNA DE MORAL (111)

"Hijos mío, todo el poder del Emperador no basta para darnos mañana un solo trozo de pan.
El único sitio donde podemos encontrarlo en abundancia es en el campamento de los franceses".
Arenga de Pescara a los soldados españoles en la batalla de Pavía.

lunes, 30 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (110)

"A última hora solo quedaba en el sangriento campo de batalla la cerrada masa de la infantería española, inmóvil, serena, haciendo frente a los cuatro lados con su terrible arcabucería.
Se encontraba pues, el vencedor, ante una ciudadela de carne humana que según la famosa expresión de Bossuelt "tenía la virtud de reparar sus brechas".
Almirante, sobre la batalla de Rocroi.

domingo, 29 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (109)

"...eran aquellos vástagos de una nación que una lid siete veces secular había acostumbrado a adquirir la riqueza con la espada. Durante aquellos siete siglos habían arraigado en el español dos costumbres: el hombre de corazón adquiere la riqueza guerreando antes y con más honra que otro trabajando; y el hombre de corazón no descansa sobre sus riquezas, sino que sigue luchando, pues siempre hay infieles que destruir, riquezas que ganar y galardones que merecer".
Salvador de Madariaga.

viernes, 27 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (108)

"En la derrota de Heyligherlee, 7 de los 10 alféreces que allí combatían murieron en el cumplimiento del deber, pero ninguna enseña del Tercio de Cerdeña cayó en poder de los rebeldes".
René Quatrefages, Los Tercios.

jueves, 26 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (107)

"Los mejores soldados existentes en la cristiandad".
Conde de Leicester, sobre los soldados españoles.

UNA DE MORAL (106)

"Por la circunspección y paciencia con que soportan las fatigas,
la infantería española se pliega fácilmente a las leyes de la disciplina.
Sobrepasa a todas las demás cuando se trata de tender emboscadas,
defender un desfiladero
y sostener un sitio".
Embajador de Venecia.

miércoles, 25 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (105)

"Los valones y los alemanes eran tan indisciplinados como admirables eran por su disciplina los españoles".
George Gescoigne, sobre el saco de Amberes.

domingo, 22 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (104)

"Infantería española en masa impontente, avanzando en correcta formación y sin acelerar el paso tenía el aire más bien de una tropa que entra en combate que de reliquias de un ejército al abandonar el campod e batalla".
General Luxemburgo, comandante del ejército francés en la batalla de Fleurus, 1.690.

sábado, 21 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (103)

"Bendita España, que pare y cría los hombres armados".
Francisco I de Francia, al ver jugar a los niños madrileños con espadas de madera.

UNA DE MORAL (102)

"Aquella brava infantería hizo tan bella y extraordinaria resistencia que en los siglos por venir parecería increible; atacada de todos lados a un tiempo por toda la caballería, rechazó uno y otro ataque haciendo frente con sus picas por todas partes; el duque que la admiraba, no había podido rendirla tan pronto si no hubiera traido dos piezas artilleras para batirla".
Sobre los soldados españoles en la batalla de Rocroi, 1.643.

martes, 17 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (101)

"¿Sabes a que has venido?
Has venido a morir. Sí, has venido a morir. Porque desde que cruzaste el estrecho ya no tienes ni madre, ni novia, ni familia; desde hoy todo lo será la Legión.
El servicio ha de estar por encima de todo, en el honor que te has impuesto de servir a España y a la Legión"

Millán Astray a los primeros candidatos a legionario.

domingo, 15 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (100)

A pesar del mensaje, Gonzalo decidió enviar los refuerzos, pero avisando a sus componentes:
"Vamos a ver lo que hacen nuestros leones, no a los socorrer, sino a ser testigos de su esfuerzo, y podrá ser que viéndonos, les tome ganas de pelear y presentarles hemos batalla".

sábado, 14 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (99)

Campaña de Italia, batalla de Rocasecca.
El Gran Capitán ha enviado a 1.000 hombres a defender la fortaleza de Rocasecca.
El ataque francés es muy duro y sopesa enviar refuerzos.
Antes de ello, llega un mensajero de los sitiados.
"Los muy valientes capitanes y esforzados soldados que están en Rocasecca me envían a vuesa señoría, y le hacen saber como han sido informados que vuesa señoría, le quiera ir a socorrer, y debe ser, no sabiendo vuestra señoría, lo que con los franceses hemos pasado.
Estamos todos muy afrontados por ello y suplican a vuestra señoría se esté quedo en Sant Germán, y en ninguna manera los vaya a socorrer; antes le hacen saber los muy valientes capitanes que, de mil soldados que vuesa señoría dióles, sobran los quinientos".

viernes, 13 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (98)

"Dios os salve y guarde, o mi querida madre (España).
Como desnudo salido del vientre de mi madre, y como desnudo tambien me vuelvo a tí como a mi segunda madre, á la qual, en favor de tan grandes merecimientos que yo he recibido de tí, no podiendo por ahora, ni mas, ni mejor, yo le hago un presente de este pobre cuerpo enfermo, y de estos pobres huesos secos y debilitados".
Carlos I, al llegar a España, para dirigirse al monasterio de Yuste.

miércoles, 11 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (97)

Cuando el Duque de Alba se dirigía a Flandes a sofocar la revuelta, varios franceses preguntaron a los soldados de los Tercios, porque el ejército estaba formado solo por españoles, a lo que respondieron:

"Porque conoce bien (Alba) que con singular valor de nosotros, Españoles, ha de alcanzar en esta guerra, el clarísimo nombre de gran capitán, mas que ningún otro que nunca fue".

sábado, 7 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (96)

"Sí mis cicatrices no brillan en ojos extraños, por lo menos son respetadas por los que conocen su origen; pues mejor parece el soldado muerto en la batalla que vivo en la huida.
Y esto tan firmemente lo sostengo, que si aquí y ahora se me presentase tal imposibilidad, mejor quisiera haber tomado parte en aquella gran batalla, que no haber asistido a ella y estar sin heridas".
Miguel de Cervantes Saavedra, prólogo de la segunda edición del Quijote, sobre sus participación en la batalla de Lepanto.

miércoles, 4 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (95)

"Yo no sé que se diga, sino que ellos son cinco mil españoles, que parecen cinco mil hombres de armas y cinco mil caballos ligeros y cinco mil infantes y cinco mil gastadores y cinco mil demonios que los soporten".
Almirante Bonnivet, sobre los soldados españoles.

domingo, 1 de mayo de 2011

UNA DE MORAL (94)

"Creerse principal es muy común en Francia. Allí todos se creen ser hombres de importancia. El orgullo español, para decirlo pronto me parece más justo y mucho menos tonto".

Pierre de Bourdeille, señor de Brantôme.

viernes, 29 de abril de 2011

UNA DE MORAL (93)

Batalla del Garellano.
Una columna de italianos al servicio del Gran Capitán, intenta cruzar un puente defendido por los franceses. Estos, contraatacan y obligan a retroceder a los italianos. Tras ellos, Gonzalo Fernández de Córdoba con una unidad de lansquenetes alemanes, que momentaneamente dudan ante la retirada de sus aliados.
El Gran Capitán se lanza hacia las filas francesas y grita: "Hermanos, no me abandoneis, me prometisteis vencer o morir".

martes, 26 de abril de 2011

UNA DE MORAL (92)

Durante la guerra civil española, diversos objetos artísticos e históricos se trasladaron de Madrid a Valencia, y de aquí, con los vaivenes de la contienda, algunos siguieron el periplo de la retirada republicana hacia Francia.
En Figueras, las tropas nacionales encontraron una caja con la Tizona, la espada del Cid, con la siguiente leyenda escrita en el envoltorio:

"Soy la Tizona, espada del Cid Campeador, respetadme".

lunes, 25 de abril de 2011

UNA DE MORAL (91)

"...porque no hay otra cosa en la tierra más honrada ni de más provecho que servir a Dios, primeramente, y luego a su rey y señor natural en el ejercicio de las armas, por las cuales se alcanzan, si no mas riquezas, a lo menos mas honra que por las letras".

El Quijote, Miguel de Cervantes.

domingo, 24 de abril de 2011

UNA DE MORAL (90)

"Los españoles vienen muy ganosos de pelear y muy desesperados y jamás habrán de pelearse con los enemigos cuando éstos desean mucho la batalla, principalmente si son españoles"

sábado, 16 de abril de 2011

UNA DE MORAL (89)

"Y en nuestros días, Hernán Alvares de Toledo, aquel gran capitán y duque de Alva, con solo mil arquebuzeros, y quinientos musqueteros, y la buena disciplina y orden de guerra, rompió y degolló en Friza, á la ribera del rio Amazio, doce mil hombres con que el conde Ludovico Nazao había entrado en aquella provincia". Sobre la batalla de Gemingen, 1.568.

jueves, 14 de abril de 2011

UNA DE MORAL (88)

"Éstos son españoles, ahora puedo hablar encareciendo estos soldados y sin temor, pues sufren pie quedo con un semblante, bien o mal pagados. Nunca la sombra vil vieron del miedo y aunque soberbios son, son reportados. Todo lo sufren en cualquier asalto, sólo no sufren que les hablen alto". D. Pedro Calderón de la Barca.

viernes, 8 de abril de 2011

WARGAMES



Unos cuantos Fallschirmjager (28 mm, Bolt Action) esperando entrar en combate en la mesa de juego.

UNA DE MORAL (86)

"Con frecuencia sucedía que alrededor de una mesa, debajo de la ruda coraza, el coleto de ante o el emplumado sombrero, se juntaban en un mismo bodegón, el hidalguillo montañés, el ilustre caballero y el soldado de villano origen, confundiendo sus nombres y sus brindis, llevando a los labios la misma copa, no habiendo entre ellos más diferencia que la mayor bizarría con que acuchillaban a los enemigos de España, dando paso la bravura al más humilde para alternar con los de antigua prosapia y ser cabeza de su linaje".

lunes, 4 de abril de 2011

UNA DE MORAL (85)

"!Legionarios¡, de Melilla nos llaman en su socorro. Ha llegado la hora de los legionarios. La situación allá es grave, quizás en esta empresa tengamos que morir. !Legionarios¡: sí hay alguno que no quiera venir con nosotros que salga de las filas, que se marche, queda licenciado ahora mismo. !Legionarios¡ Ahora, jurad: ¿Jurais todos morir, si es preciso en socorro de Melilla?". Julio de 1.921. José Millán- Astray y Terreros.

jueves, 31 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (84)

"Ea señores, que estas son las luminarias de la victoria, que tengo ahora por más cierta". Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, al observar el estallido accidental de las reservas de pólvora de su ejército. Batalla de Ceriñola , 28 de abril de 1.503.

miércoles, 30 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (83)

En una ocasión, el propio Emperador Carlos I, acudió vestido de soldado y con un pica en la mano con motivo de un alarde (o concentración de tropas para pasar revista), presentándose como un combatiente mas. Delante del Maestre de Campo (Antonio de Leiva), al ser preguntado el monarca como debía anotársele en los listados contestó: "Carlos de Gante, soldado del Tercio del valeroso Antonio de Leyba".

lunes, 28 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (82)

"Miré los muros de la Patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados de la carrera de la edad cansados por quien caduca ya su valentía. Salime al campo: vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados, y del monte quejosos los ganados que con su sombra hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos, mi báculo mas corvo y menos fuerte. Vencida de la edad, sentí mi espada, y no hallé cosa en que poner los ojos, que no fuese recuerdo de la muerte." Francisco de Quevedo.

UNA DE MORAL (81).

"Los walones y los alemanes eran tan indisciplinados como admirables en su disciplina eran los españoles". Saco de Amberes, 1.576.

sábado, 26 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (80)

"Retirada al cementerio".
General Álvarez de Castro, durante la defensa de Gerona (guerra de la independencia), al serle preguntado por un oficial, donde debía retirarse si no podía continuar defendiendo su sector.

jueves, 24 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (79)

"Tengo por enemiga a una nación de 12 millones de habitantes, bravos y exasperados hasta el extremo. Todo lo que se hizo aquí el 2 d emayo fue odioso. No se ha tenido ninguna consideración con este pueblo.
No señor, estais en un error, vuestra gloria se hundirá en España"
José Bonaparte a su hermano Napoleón.

viernes, 18 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (78)

"A Roccasecca he elegido para vuestra victoria o para vuestra sepultura".
Órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, a los defensores de Roccasecca, campaña de Italia, 1.504.

lunes, 14 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (77)

La muerte no es el final.

"Cúando la pena nos alcanza,
por un compañero perdido,
cuando el adios dolorido,
busca en la fe su esperanza.
En tu palabra confíamos
con la certeza que tu,
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz,
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz".

sábado, 12 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (76)

"Señor ¿De cúantos soldados es compuesta esta armada?"
"Señor, yo lo diré: hay tres mil italianos, tres mil tudescos y seis mil soldados (españoles)".

viernes, 11 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (75)

"No quiera Dios que estas mis canas, nacidas al servicio de mi Rey, las manche yo por todo el oro del mundo".
Respuesta de Hernando de Alarcón, guardían en Madrid del Rey francés, Francisco I, al intentar este sobornarle.

jueves, 10 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (74)

"Los de Igueriben mueren pero no se rinden. Tengo doce disparos de cañón, cuéntenlos y cuando oigan el último, hagan fuego sobre nosotros pues estaremos revueltos con los moros".

Contestación del Comandante Benítez, jefe de la posición de Igueriben, ante la orden del general Silvestre de rendirse ante los rifeños.
21 de junio de 1.921.

martes, 8 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (73)

"Majestad, por España, todo por España, ¡viva España!, ¡viva el Rey!"
Final de la alocución de D. Juan de Borbón al renunciar a sus derechos dinásticos.
Mayo de 1.977.

domingo, 6 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (72)

"Tirad sobre nosotros, que los moros vienen conmigo, ¡Fuego! ¡Viva España!"
Cabo Luis Noval Ferrao, cuando al ser obligado por los moros a engañar a los centinelas españoles para permitirles el paso, alertó a voces a sus compañeros.
Fue encontrado muerto aferrado a su fusil, tras acabar con uno de los enemigos a bayonetazos.
28 de septiembre de 1.909.

martes, 1 de marzo de 2011

UNA DE MORAL (71)

Catalanes, bienvenidos seáis al valiente ejército de África, que os acoge como camaradas.
Persuadido estoy de que seréis dignos de estos heroicos soldados, y sería no conoceros si lo dudase un solo instante. Todos sentís la necesidad de mantener ilesa la honra: de la tierra en que habeis nacido; y si uno solo de vosotros el día del combate, que será mañana (y os felicito por la providencial oportunidad con que habeis llegado), si uno solo de vosotros se portarse con cobardía volviendo la espalda al enemigo, la honra de Cataluña quedaría mancillada. Seguro estoy de que no quedará.

Imitad el ejemplo de vuestros gloriosos antepasados cuyos heroicos hechos registra con admiración la historia; no solo en esta tierra, sino en otras más lejanas todavía, hasta atravesar las Termópilas, que parecen creadas para teatro de grandes acciones. Haced como hicieron ellos, y seréis dignos de este valiente ejército que os recibe como amigos, y conquistareis un nuevo laurel para la corona que tejieron en otros tiempos las invencibles armas catalanas.

Ya veis la satisfacción con que el ejército os acoge. La música, de uno de sus bravos batallones viene a saludaros, y el mismo general en jefe que me dispensa el honor de que os coloque entre los valientes que tantas veces he conducido al combate, se presenta a recibiros al desembarcar en las costas africanas. ¡Loor a este general, que ha querido y asbido levantar a nuestra España de la postración en que yacía, para demostrar a la faz de Europa, que no estaba muerta, y que sus hijos, dignos herederos de su gloria antigua, sonc apaces de hacer por la patria, todo cuando humanamente pueden hacer los hombres!.

Para formar parte de este ejército, no basta sólo con ser valiente;se necesita ser sufrido. Debéis aceptar con resignación las fatigas, los peligros de todo género; hasta las mortíferas enfermedades. Siempre valientes, pero subordinados siempre, si vuestros jefes os mandan trabajar, a trabajar; si os ordenan atravesar pantanos, atravesadlos, y si fuera preciso ir a Tetuán por el río, ¡al agua! y hasta Tetuán nadando.

Así lo han hecho y lo hacen los que ya son vuestros camaradas, y así lo haréis vosotros, porque así cumplen los hijos del bravo pueblo catalán.

Soldados, Cataluña, que os ha despedido con tierno entusiasmo, las madres, los hermanos, los amigos, os contemplan con orgullo. No olvideis nunca que sois los depositarios de su honra.

No defraudaréis sus esperanzas, que son las mías; pero si por desdicha, lo que no espero, así no fuera, ni uno solo de vosotros volvería a pisar el suelo patrio; aquí moriréis todos, antes que mancillar en lo mas mínimo el nombre que lleváis. Siguiendo las huellas de vuestros antepasados, y haciendoos dignos de este ejército de bravos, al regresar a vuestros hogares, los catalanes os recibirán con aplauso, y donde quiera que uno se encuentre, oiréis por todas partes: ¡he aáquí un valiente catalán! Soldados "Viva la Reina".

El general Prim a los voluntarios catalanes, a su llegada a África.
El original en catalán.

lunes, 28 de febrero de 2011

WARGAMES





Talibanes y soldados españoles en 28 mm de la marca Eureka.
Los soldados españoles son en verdad alemanes, pero el equipamiento es prácticamente idéntico.
Los he pintado con el mimetizado árido que ya está siendo cambiado por el nuevo diseño.

viernes, 25 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (70)

"Vayamos, vayamos a donde querreis: que los soldados españoles no van a la guerra como obreros, según el uso de los soldados mercenarios; sino a ganar gloria, triumphos, victorias y reputacion".

jueves, 24 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (69)

Respuesta del Mariscal D´Espagne a la oferta de integrarse en el ejército francés tras la caída de Napoleón.

"Señor, toda la sangre francesa que tenía en las venas la vertí por las heridas que los franceses me causaron; solo me queda la sangre de mis antepasados españoles, soy pues, español, y me quedo en España".

miércoles, 23 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (68)

Desde su cárcel madrileña,
Francisco I de Francia rememora la batalla en
que fue derrotado y preso en Italia por las
tropas de Carlos V.
QUERIDA MIMÍ:
Aquí me tienes, voilá, de turista forzoso en
Madrid. Alojado en una torre que llaman de Los
Lujanes, con ese cabroncete de Carlos, emperador de
los alemanes y de los españoles y de la madre que los
parió a todos, visitándome cada tarde para chotearse
entre tapices gobelinos y mucho vuesa merced,
primo, hermano, monarca francés y toda la
parafernalia. «Estáis en vuestra casa, rey
cristianísimo», dice, como si esto fuese otra cosa que
una cárcel; y me muerdo de rabia los encajes
almidonados viendo la sonrisa guasona que le apunta
bajo la barbita. Menudo cabrón, mi primo el
Ausburgo. Vaya suerte la suya, oyes; y eso que lo
suyo fue de pura chamba, hay que fastidiarse. Que si
Fernando de Aragón e Isabel de Castilla no llegan a
hacer aquella boda -menudo braguetazo-, y Felipe el
Hermoso, su yerno osterreiche, no se va a criar
malvas y deja a la Juana Majareta esa viuda, y al
chaval este, al flamenco Carlitos que Dios y el turco
confundan, no le toca la corona imperial en una rifa, a
lo mejor yo no me veía ahora aquí pintando la mona
de huésped forzoso, y el emperador europeo sería el
menda, como el yayo Carlomagno, que en gloria esté
con Roldan y los doce pares; y no estaría
escribiéndote desde la Torre de los Lujanes, plaza de
la Villa, Madrid, Spain, sino retozando contigo en
Blois, a orillas del Loira. Yo comiendo fuagrás, mon
petit chú. Y tú lo que ya sabes.
Recordarías que mi última carta te la escribí en Pavía con
fecha 23 de febrero de 1525, la noche antes de la
batalla. Leída ahora supongo que te parecerá un
poquillo confiada, a ver si me entiendes, sobre todo
aquello de «a esos españoles muertos de hambre
nos los vamos a comer sin pelar», lo de «entre ellos
y nosotros no hay color», o lo de
«vamos a darles de hostias hasta en el carnet de
identidad». Pero las cosas, Mimí, hay que
considerarlas en su contexto. Ponte en mi lugar: rey
de un país glorioso que te cagas, caballero de pro,
rodeado de la flor y la nata de caballeros choisís
entre la nobleza más granada de la France, y encima
con una pasta gansa para pagar la soldada a un
ejército de treinta mil fulanos suizos, alemanes y
franceses, con más cañones que el enemigo y con
una caballería a la que daba gloria verla, con sus
penachos, y sus gualdrapas, y sus armaduras
relucientes de Sidol, y sus camisitas, y sus canesús.
La créme de la créme, para que me entiendas. Unos
soldados que estaban, te lo juro, para comérselos. Y
enfrente, como enemigos, con muchísimos menos
jinetes y cañones, cuatro mil españoles morenos y
bajitos oliendo a ajo y a vino tinto, imagínate a los
muy tiñalpas, con diez mil alemanes -borrachos y
amotinados, como de costumbre-y tres mil italianos
apellidados Luchino, y Moschino, y Armani y todo
eso, calcula las perlas de la milicia, todos de extrema
sensibilidad y mucho diseño, con uniformes divinos,
eso sí, pero de escasa eficacia a la hora de tararí,
tararí, sobre el hombro, marchen, etcétera. Que
entre todos, en fin, componían las tropas imperiales,
y además iban ya medio en retirada y muy hechos
polvo, hasta el punto de que yo estaba plantado allí
con mi campamento y mis banderas con la flor de lis,
asediando Pavía tan ricamente, y con ansias de
terminar la campaña para volver a Francia y darte,
mon amour, las tuyas y las de un bombero.
Total, que allí estábamos, yo asediando
comme il faut y los enemigos, o
sea, Antonio de Leyva -veterano de treinta y dos
batallas y cuarenta y siete asedios, el jodío- dentro de
la ciudad y su colega el marqués de Pescara en la
otra punta, donde a Cristo le pusieron el gorro. Y a
todo ésto se le ocurre a los imperiales aprovechar la
noche y la lluvia y la niebla para jugarme la del chino.
Como te lo cuento, cheríe. Nada de presentarse
después del desayuno con trompetas y banderas y
todas esas cosas propias de gentilhombres y gente
bien educada; sino que los muy perros se ponen
camisas encima de los petos para reconocerse en la
oscuridad, hacen tres brechas en la muralla del
parque frente a Pavía, y se cuelan por allí después de
oír misa y confesarse, y de que Pescara, que es
soldado viejo y conoce el paño, les diga eso que con
los españoles en cuestión de guerras y de conquistas
es mano de santo y no falla nunca: «Hijos míos,
estáis muertos de hambre, y yo también. El pan está
en el campo francés, así que maricón el último». Y
encima el muy borde va y me los calienta más
contándoles -lo que además era una cochina mentira-,
que yo había ordenado degüello general y no dar
cuartel a ningún español, y que o ganaban o iban
listos de papeles. Así que figúrate. Con la mala leche
que ya de natural tienen esos prójimos, allá fueron
todos, o más bien vinieron, o sea, imagina con qué
talante, blasfemando en arameo, que si Santiago y
Cierra España y que si Dios y la Virgen y San
Apapucio, y el Copón de Bullas y la Puta de Oros a
caballo. Y resulta que en plena noche están mis
centinelas allí, de guardia tan campantes,
saboreando el vino de Burdeos y los caracoles a la
borgoñona que esa noche teníamos de rancho, au
clair de la lune como quien dice, mon ami Pierrot, y
de pronto se lía la pajarraca, pumba, zaca, cling,
clang, y se monta un cipote de tres pares de cojones.
La de Pavía.
En fin, que yo salgo de la tienda de campaña en camisa con
la armadura flordelisada a medio poner. Y pregunto
qué coño pasa, mondieu, y un imbécil de mi estado
mayor, el marqués de Les Couilles Violets, va y dice:
«Es que los españoles huyen, majestad». Y añade
que lo sabe de buena tinta, el muy subnormal.
Entonces yo contesto que parfait, que me traigan el
caballo y la espada y la lanza que vamos a
perseguirlos hasta hacerlos picadillo. Una carga de
caballería voy a darles, digo, que se van a ir de
vareta por la pata abajo. Pour la France, con un par.
Así que entre la niebla y el amanecer organizamos la
galopera, y los dos bandos nos acometemos con unas
ganas que para qué te cuento, mon amour. Lo
primero de todo le hacemos filetes a los malos un
escuadrón de caballería, y nos quedamos con sus
cañones
por todo el morro, vive la France y todo eso,
mientras ellos intentan su movimiento de flanqueo.
Lástima que no me vieras, chochito mío, tan gallardo
como acostumbro, cargando a la cabeza de mis
gendarmes y caballeros como en los torneos, la
caballería andante rediviva, sus y a ellos,
deliciosamente feudal, como te digo, el espectáculo,
que no me daba besos a mí mismo porque con el
casco y la armadura no podía. Y fíjate cómo le
pondríamos de chunga la cosa a los imperiales, que
luego me contaron que un capitán italiano, viendo el
panorama, le dijo al de Pescara: «Pardiez, paréceme
cordura recogernos un poco en aquel bosquecillo».
Pero el otro, un abuelo correoso que no veas, con
más batallas a cuestas que le grand pére Cebolleté, le
dijo anda y que se recoja tu puta madre, chaval, que
yo estoy viejo para ir corriendo de un lado para otro.
Así que se volvió a la infantería española, los
arcabuceros de las compañías vizcaínas y
guipuzcoanas y castellanas y los otros que por allí
andaban hasta sumar mil y pico, y les dijo: «Señores,
mecagüentodo. No hay que esperar sino en vuestros
arcabuces y en Dios, por ese orden». Y entonces
todos se pusieron a gritar: «Olé tus huevos, aquí
están los españoles, aquí está Pescara, Es-pa-ña, Espa-
ña», como si aquello fuera una final de liga, que en
realidad lo era. Y a todo esto, mientras tanto, allá les
vamos nosotros, o sea, yo, moi, le roi, con toda mi
flamante caballería pesada de la nobleza francesa y
con los lansquenetes alemanes que nos siguen pasito
misí, pasito misa. Y cuando veo a los jinetes
enemigos hechos una piltrafa, considero que la
batalla está ganada, pues como buen caballero y
gentilhombre desprecio a la chusma de a pie, y creo
-hasta ese momento te juro por mis muertos más
frescos que lo creía- que es la flor y nata a caballo, la
élite montada, la que decide ese tipo de cosas. Así
que toco carga, tía. Una carga preciosa, las cosas
como son, espadas y banderas en alto y todo eso.
Pero aquellos fulanos chaparros y morenos y
barbudos de enfrente, asómbrate, con los cojones
duros y pegados al culo como los de los tigres,
aguantan, cherie, o sea, maldita la madre que los
parió: se mantienen en sus posiciones junto al
bosquecillo
de marras aunque les vienen encima cientos de
toneladas de caballos y de armaduras y de mis
piqueros tudescos; y cuando decido retroceder un
poco y me reagrupo para ordenar las filas y tomar
aire, veo que me han dejado en el campo, a bote
pronto y allí mismo, por la cara, cinco mil palmados.
Los hijoputas.
Y encima resulta que en el resto del frente las cosas no van mejor. Para ser exactos, van de pena. Mis
mercenarios alemanes de la Banda Negra, o sea, lo
mejor de cada casa -tendrías que verles el careto a
esos animales, si hubiera quedado alguno vivo- se
enfrentan a los también alemanes que se lo curran
para el Emperador. Imagínate el cuadro, habida
cuenta que unos y otros se odian a muerte, todo ese
cipote de tudescos dándose hostias unos a otros,
hasta arriba de cerveza y marcando, supongo, el
paso de la oca: up, aro, up, aro. Aberrante, o sea.
Kafkiano. Al final ganan los imperiales, que también
es mala suerte la mía, y al mismo tiempo me entero
de que, en el otro lado, el grueso de infantería
española, al grito de «Santiago, España, cierra,
cierra», está pasándose por la piedra, ris-ras, a mis
pobres mercenarios suizos, que con esa cara de
intelectuales que suelen tener los suizos ponen pies
en polvorosa, por primera vez en su larga y
honorable historia de tropas a sueldo del mejor
postor; y de suizos sólidos y fiables pasan a
convertirse en suizos de café con leche. A esas
alturas de la feria, comprendo que no es mi día. Ni mi
año. Tengo quince mil muertos, que se dice pronto,
y el río Tesino baja lleno de fiambres de orilla a
orilla. En realidad me encuentro, te lo confieso,
bastante confuso. No logro explicarme cómo un
ejército tan caballeresco y flamante como el mío, en
orden y bien alimentado, un ejército francés de la
Francia, acaba de ser hecho trizas ante mis ojos en
poco rato por una chusma meridional y sudorosa que
carece de modales, ni cómo esos arcabuceros
impasibles y con tan mala folla han sido capaces,
contra toda lógica, de destrozar en una sola mañana
y en campo abierto a la mejor caballería de Europa,
la francesa, y a la mejor
infantería de Europa, la suiza. Histórico, nena. Como
para aplaudir, si no fuera yo quien pagara la juerga. Y
ahora todo es bang, y ziaang, y chas, y me veo con
toda mi estupenda caballería emperifollada en el
centro de aquella merienda de negros. Y de tí para
mí, lo confieso: bastante acojonado.
Porque imagínate el cuadro, prenda mía.
En ese paisaje, sólo quedo yo en
el centro con mis mejores jinetes, bien agrupados y a
caballo, la créme de la créme esa de la que te hablaba
antes, mis marqueses y mis condes y mis duques y
sus hijos y sus cuñados, todos con sus armaduras
floridas y sus penachos y sus caballos purasangres
que valen un pastón largo, en busca de un hueco no
para cargarle al enemigo, que eso ya es lo de menos,
sino para largarnos de allí como quien se quita
avispas del culo, entre las filas de arcabuceros
españoles que nos rodean arrojándonos encima una
nube de plomazos que repica contra los arneses como
si granizara. Al final empiezan a pegarnos tiros a los
caballos, con una grosería y una falta de modales
inaudita, y cada vez que uno de mis leales vasallos
da con la armadura en tierra, con mucho cling-clang
y mucho ruido, los españoles dejan sus arcabuces, y
a la carrerilla se meten entre nosotros, espada o
daga en mano, para rematarlo en el suelo. Yo grito
mucho vive la France, a mí, unios a mí, sus y a ellos,
etcétera, que es lo que se espera, supongo, que un
rey francés diga en esos casos; pero de allí no hay
quien salga, y los españoles ya se meten ahora entre
las patas de los caballos, desjarretándolos o
destripándolos con sus dagas, para hacernos caer al
suelo -imagínate el hostiazo, cubiertos también de
coraza, catadas, quinientos kilos de carne y acero
viniéndose abajo con jinete incluido- y se arrojan
como lobos sobre mis pobres gentilhombres, a los
que degüellan sin misericordia metiéndoles los
puñales entre las junturas de petos y yelmos mientras
éstos intentan levantarse del barro con las pesadas
armaduras que los cubren; y da lástima verlos
protestar a los pobrecillos, pero
quesquesé, esto no es jugar limpio, pardieu, qué
falta de etiqueta, etc, etc, mientras los otros les
meten los aceros por el garganchón, chaf, ras, glup.
Así los míos pasan de ser florida caballería a
montones de solomillo sangrante bajo los armaduras:
al pobre Couilles Violets le levantan la visera del
yelmo y le destrozan la cara con la moharra de una
pica. Al duque de La Refanfinflére le sacan el casco,
y mientras unos le quitan la cadena de oro y las
sortijas, otros le echan atrás la cabeza y lo desangran
como a un cerdo. A La Soufflebottoniére y a no sé
cuántos les levantan los faldetes del peto y les
disparan el arcabuz en las entrañas, reventándolos
dentro de su armadura, pumba, chof, que da grima,
te lo juro, sólo recordarlo. Así me los van haciendo
palmar uno por uno, a mes enfants de la patrie,
bang, ris, bang, ras, y me quedo más solo que la una.
Alone, que diría el gordinflas de mi primo Enrique
VIII, el hijoputa, ahí tan campante en Londres
descabezando esposas y ñaca-naca, mientras
disfruta con el espectáculo de ver los toros desde la
barriere.
Y en esas sale mi número, osea, que me llega el turno.
Quiero decir que a mi caballo, el fiel Gastón Royal Fashion, le pegan
varios tiros en la cabeza, bang, bang, y me voy abajo
con todo mi golpe de armadura, zaca, pegándome
una costalada de veinte pares de cojones. Pero
mucho ojito, cherie, soy un rey francés y para cojones
los míos; así que intento levantarme a pesar de la
armadura, y cuando casi lo he conseguido meneo la
espada dispuesto a morir empachado de gloria
como el resto de mis pobres muchachos. Pour la
France. Pero cuando echo un vistazo alrededor y veo
la que se me viene encima, el tropel de fulanos
barbudos con los ojos inyectados en sangre que se
arroja directamente a mi real pescuezo, me lo pienso
mejor y digo bueno, vale, voyons, soy el rey, a ver
aquí a quién hay que rendirse. A ver si nos
organizamos un poco. Pero la cosa no está nada
clara, porque en mitad de la pajarraca me caen
encima varios de esos cromañones, y uno, con las
manos ensangrentadas, la cara tiznada de
pólvora y una cara de loco que te cagas, llega y me
dice: «Errenditú, bástela barrabillak mostuko
dizkiat». Y yo me digo que tiene delito la cosa, seis
años estudiando español con un profesor nativo
particular, figúrate, y el tal profesor en plan pelota,
perfecto, majestad, un acento que ya lo quisiera
Carlos V, etcétera, y ahora resulta que estoy aquí en
una batalla y con el ruido y la vorágine no me entero
de nada. No comprendo un carajo de lo que suelta
este fulano. Barra de billar, me parece que dice, pero
no sé qué coño tiene que ver una barra de billar con
todo este invento. Así que me levanto la visera del
casco, acerco la oreja y le digo, con mucha
educación y mucho tacto: «¿Pardon?... ¿Qu'esque
vudit?». Y el otro, con una cara de mala leche que ni
te cuento, me pone la espada en el real gaznate y me
pregunta «¿Errenditú?». Y yo le contesto que yo bien,
gracias, Bien de momento. ¿Y tú?, añado. Pero
empiezo a mosquearme, porque de pronto se me
ocurre que a lo mejor no me estoy rindiendo a un
español, sino a un alemán, o a un suizo, o a un
croata, o vete tú a saber. A lo mejor la he cagado,
me digo, y éste sólo pasaba por aquí y no manda un
huevo, o es de otra guerra. Así que decido no
rendirme, y me bajo otra vez la visera del casco, y le
tiro al fulano raro ese una estocada, pero le fallo. Y
no veas cómo se pone, el tío. Ya ni dice errenditú,
ni errendiyó, ni barra de billar ni nada, sino que
empieza a darme sartenazos con la espada, que se
los voy parando de milagro, y al final, sin resuello,
me subo otra vez la visera y le digo vale, tío, me has
convencido, me rindo. ¿Capichi? Je suis le roi, y me
renduá pero ya mismo. Rendemoi. Así que deja de
darme espadazos en los huevos. Y en estas llega
otro español, o lo que sean estos fulanos, y le dice al
energúmeno: «Juantxu, detente pues. Rey francés
es, trincado lo hemos. Aúpa Hernani». Y entonces
empieza a llegar gente y a abrazarse y a decir aúpa,
aúpa, y resulta, al fin me entero, que los que me han
trincado son de una compañía de arcabuceros
guipuzcoanos, y que el energúmeno se llama Juan
de Urbieta y es de un sitio que por lo visto le dicen
Hernani, y que eso que mascullaba del errenditú y la
barra de billar significa literalmente, en su lengua de
allí: «O te rindes o te corto los cojones». Que ese es
el problema, ahora me doy cuenta, que tienes con
los españoles en esto de las guerras: que vas a
rendirte con toda tu buena fe, y si no controlas la
cosa lingüística, depende con quién caigas pueden
darte matarile por el morro, mientras tú miras
alrededor desesperado en busca de un intérprete.
Como si ya no tuvieran bastante peligro por sí
mismos, estos hijoputas.
En fin chica, que aquí me tienes, comiéndome más talego que el conde de Montecristo, mientras espero que a mi primo el emperador se le
ponga en los huevos soltarme. La torre ésta de Los
Lujanes no es mal sitio: un poco oscura y húmeda,
pero me consuelo pensando que peor están ahora
mis nobles caballeros, La Soufflebottoniére y los
otros, la créme de la créme y todo eso, putrefactos y
a dos palmos bajo tierra. Sic transit gloria mundi,
que decía no me acuerdo quién. Demóstenes, me
parece. O uno de ésos. A mí, volviendo a lo
importante, me toca, créeme, la prueba más cruel, lo
más duro y terrible: seguir vivo. Pero no me quejo,
porque mi vida no es mía -por eso no dejé que me
mataran en Pavía, y muy a mi pesar, haciéndome
gran violencia ética, pedí cuartelillo- sino de Francia.
Y quien vive hoy puede luchar mañana. O pasado
mañana. O vete tú a saber cuándo. Respecto a mi
libertad, Carlos dice que de rescate ni hablar, que
eso es muy antiguo y que desde el Amadís no se
usa, y que a ver si me creo que soy Ricardo Corazón
de León. Que menos lobos, Paquito, dice -no te
puedes imaginar lo que me revienta que me llame
Paquito-. Aprovechándose de los trenes baratos,
ahora se ha puesto flamenco y quiere que le
devuelva la Borgoña, y que abandone mis
pretensiones sobre Flandes, y sobre Ñapóles y Milán,
y un montón de cosas más. Mucho me temo que con
esto de Italia y Flandes y con esa gente que los
españoles están mandando para América -tiemblo
sólo de imaginar al errenditú y sus colegas en
América- estos cabrones van a crecerse mucho, y a
ese chico, Carlos, y a su familia les espera por
delante una buena racha, y
que al menos por un siglo o dos nos van a dar
bastante por saco a nosotros, a Europa, e incluso a
Su Santidad, que les tiene tanto miedo en Italia que
no le cabe un cañamón por el ojete. En fin, qué
remedio. Ya vendrán tiempos mejores; hasta
entonces, ajo y agua. El caso es que dice Carlos que
si le doy mi palabra de honor de caballero de que
respetaré esos compromisos, me da boleta pero ya
mismo. Y la verdad es que me lo estoy pensando.
Me refiero a lo de dar la palabra de honor, que es
gratis, porque lo otro no pienso darlo ni harto de
rioja, que es un líquido al que aquí -no te rías,
cariño- llaman vino. A fin de cuentas, eso se arregla
luego con retractarme de lo prometido cuando esté
otra vez libre y en Francia. Que de
caballerosidad y honra ya tengo
lo mío, maldita sea mi estampa. Tengo murga de ésa
por un tubo: tararí, tararí, y al final de tanto tararí,
uno, por muy caballero y muy elegante y mucho real
paquete que marque, termina con el errenditú de los
cojones, el Juan de Urbieta ése y toda su cuadrilla de
vascongados, de españoles o de lo que sean, encima
de la chepa y dándote las del pulpo. Mucho me temo,
chata, que los tiempos están cambiando. Y que esta
vez, en Pavía, Francia et moi hemos hecho bastante
el gilipollas.
Te adoro, etcétera.
FranÇois.

Arturo Pérez Reverte.

martes, 22 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (67)

"Dígale a su almirante, que España prefiere honra sin barcos, que barcos sin honra"

Casto Méndez Núñez, 2 de mayo de 1.866.

lunes, 21 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (66)

Roto, descalzo, dócil a la suerte,
cuerpo cenceño y ágil, tez morena,
a la espalda el morral, camina y llena
el certero fusil su mano fuerte.

Sin pan, sin techo, en su mirar se advierte
vívida luz que el ánimo serena,
la limpia claridad de un alma buena
y el augusto reflejo de la muerte.

No hay su duro pie risco vedado;
sueño no ha menester, treguas no quiere;
donde le llevan va; jamás cansado

ni el bien le asombra ni el desdén le hiere:
sumiso, valeroso, resignado
obedece, pela, triunfa y muere.


Amós de Escalante.

viernes, 18 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (65)

"Tras un duro combate, un soldado se presentó a su capitán solicitando permiso para ir en busca de un compañero que no había regresado del campo de batalla, perdido al enemigo.

A pesar de serle denegado, marchó en su busca, volviendo al cabo, herido de muerte, pero trayendo el cadáver del compañero. "¿Mereció la pena?",le dijo el capitán. "Ahora cuento con dos hombres menos". "Sí, mi capitán",respondió el soldado, "mereció la pena; cuando le encontré aún estaba con vida y pude oírle decir: "Sabría que vendrías".

Abnegación, disciplina, espíritu de sacrificio, valor, compañerismo...virtudes del ejército español a lo largo de la historia.

Cuando se les llamó, acudieron.
Cuando se les necesitó, allí estuvieron.
Supieron ser simplemente, y nada menos que, Soldados Españoles.

José Manuel Guerrero Acosta, "El ejército español en campaña, 1.643-1.921"
Editorial Almena.

jueves, 17 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (64)

"Duro es el enemigo y más duro es el invierno ruso, pero más duros son aún mis hombres".

Muñoz Grandes, sobre la actuación de la división azul en el frente ruso.

martes, 15 de febrero de 2011

WARGAMES. TOMORROW´S WAR

Las fotos no son gran cosa, pero dan una idea de las figuras.
Carro de combate y figuras de Pig Iron, 28 mm.
Para jugar escenarios de "escaramuzas", espero que con el reglamento Tomorrow´s War, expansión del Force on Force.





sábado, 12 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (63)

¡Por España, y el que quiera defenderla, honrado muera;
y el que, traidor, la abandone,
no tenga quien le perdone,
ni en Tierra Santa cobijo,
ni una cruz en sus despojos,
ni las manos de un buen hijo
para cerrarle los ojos!.

Brindis del capitán Acuña.

miércoles, 9 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (62)

"Soldados, vosotros podeis abandonar estas mochilas que son vuestras pero no esta bandera que es de la patria. Yo voy a meterme entre las filas del enemigo, ¿permitireis que el estandarte de España caiga en poder de los moros? ¿dejareis morir solo a vuestro General?
Soldados, ¡Viva España! ¡viva la Reina!"

El General Prim en la "loma de las mochilas", batalla de los Castillejos, 1.860.

martes, 8 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (61)

"..los que consideraban moribunda a la nación española no quedaron poco sorprendidos ante las muestras de vitalidad que dio durante la guerra de Sucesión. Se improvisaron recursos, surgieron ejércitos, se batalló duramente, los extranjeros experimentaron el valor tradicional del soldado español..."

lunes, 7 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (60)

"Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España.
El sentido de la Patria (España) no es un mito".
Manuel Azaña.

viernes, 4 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (59)

"No pienso que galera o bajel o barco alguno intente navegar por el mar sin salvoconducto del rey de Aragon, sino que tampoco creo que pez alguno pueda surcar las aguas marinas si no lleva en su cola un escudo con la enseña del rey de Aragón".

Crónica de Bernard Deslot 1.285.

jueves, 3 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (58)

Fuerza del Puesto de Dolores, Cuba, año 1895.

El puesto era mandado a por un Guardia Civil de Segunda clase, quién recibió la siguiente orden de rendición de parte del cabecilla "Moreno Rojas":

"Sr. Comandante del Puesto de la Guardia Civil de Dolores: Muy señor mió, por orden Superior y que bajo ningún pretexto puedo dejar de cumplir tengo que tomar el fuerte que usted ocupa mañana a las nueve sin falta. Yo para no cometer un acto infame y dar muerte terrible a ustedes, que serán víctimas de su Gobierno, les advierto esto, para si quieren entregarse sin formar combate y librarse de perecer todos si se oponen al rendimiento. Usted, si se entrega y quiere pasar a nuestras filas, obtendrá el grado de Sargento primero, y en buena paz y unión le ofrezco la mayor consideración y hermandad. Y si se oponen será destruido el fuerte por cuatro bombas de dinamita y 300 hombres que, a las nueve próximamente, los tendrán sitiados. La contesta la espero enseguida. Queda de usted con consideración.
El Capitán José María Rojas Fulero. Por orden, el ayudante, C. Crespo" .


Contestación del Guardia:
"Señor don José M . Falero, muy Señor mió: Enterado de su atenta carta , debo de manifestar que yo soy muy español y sobre todo pertenezco a la Benemérita Guardia Civil, y que habiéndome mis dignos jefes honrado con el mando de este Destacamento prefiero mil veces la muerte que yo ser traidor a mi patria y olvidar el juramento de fidelidad que presté a la gloriosa bandera española en cuya defensa juré derramar hasta mi última gota de sangre antes de cometer la vileza de entregarme con vida a los enemigos de España y mi Rey.
El ascenso que me proponen para nada lo necesito pues estoy orgulloso de vestir el uniforme de Guardia Civil y como soldado y mi mayor gloria seria morir con él. Mis jefes también saben premiar a los que saben defender su honra, y así es,que reunido con todos mis dignos compañeros,rechazamos con energía todas vuestras predicaciones y amenazas, y estrechados como buenos hermanos y como defensores de este pedazo de terreno gritamos , pero muy alto, para que ustedes lo oigan : ¡ Viva España!, ¡ Viva nuestro Rey!, ¡Viva la Guardia Civil ! Aquí estamos dispuestos a morir ,vengan cuando gusten atomar el pueblo, para que lleven su merecido . Dolores, 27 de octubre . El Guardia de segunda Cándido Santa Eulalia "

Contestación de los rebeldes:

"Amigo mió: Me gusta tratar siempre con el hombre valiente y caballero. Yo tengo una orden superior para que hoy sin falta tome el fuerte y cumplir lo mandado contra ustedes, pero al ver hasta donde llega su educación y valentía, dejo por hoy de cumplir mi deber, y haré además desistir a mis jefes de cometer este acto que es infame por que ustedes nobles españoles, no harán más que cumplir como los héroes de vuestra patria. Yo trataré de dar mis excusas y buscar los medios que estén a mi alcance para cuanto pueda en bien de vosotros. Ruego a usted que dispense, desde hoy, como defensores de una idea seremos enemigos, pero en lo tocante a nuestra personalidad, puede usted contar con un buen amigo y servidor, el capitán José María Rojas Falero. Por O. el ayudante, C. Crespo."

miércoles, 2 de febrero de 2011

martes, 1 de febrero de 2011

UNA DE MORAL (57)

"...á manera de los antiguos soldados y legionarios romanos, á los quales se pueden igualar en todo: de modo que ahora la Flandes no ha que temer, pues que esta brava cavalleria esta juntada en nuestra infanteria española, que se puede decir la flor de todas las otras naciones, sin gastar (digo yo) la honra de los soldados franceses , que en verdad bravos son.
Mas adonde son los soldados españoles, todos con razón deben callar,como Vuestra Magestad lo puede bien saber, y porque los habeis practicado y tratados, como yo los conosco en suo trage y hablar soldadesco..."

Señor de Brantome.

lunes, 31 de enero de 2011

UNA DE MORAL (56)

Julián Romero fue nombrado caballero de Santiago, sin el trámite habitual de comprobar su limpieza de sangre porque "hacía mercedes a la sangre vertida más que a la heredada y a esta causa por haberla derramado tanto Julián Romero Maese de Campo natural de Cuenca, sin información de sus cualidades, aunque las tenía".

domingo, 30 de enero de 2011

UNA DE MORAL (55)

"Que vengan cuando quieran".

Respuesta de Francisco de Sarmiento ante la petición turca de rendición en Castelnuovo.1.539.

jueves, 27 de enero de 2011

UNA DE MORAL (54)

"Si fuerais capaz de hablar con vuestro sable, no me tratariais así".

Capitán de artillería Luis Daoiz y Torres, defensa del parque de Monteleón, al exigirle un oficial francés la rendición de forma poco honrosa.

miércoles, 26 de enero de 2011

UNA DE MORAL (53)

"Será pasado por las armas el que profiera la voz de capitular o de rendirse"

Mariano Álvarez de Castro, gobernador militar de Gerona, guerra de la Independencia.

UNA DE MORAL (52)

"Tengo por enemiga a una nación de doce millones de habitantes, bravos y exasperados hasta el extremo. Todo lo que se hizo aquí el 2 de mayo, es odioso.
No se ha tenido ninguna consideración para este pueblo.
No, señor: Estáis en un error, vuestra gloria se hundirá en España".

José Bonaparte a su hermano Napoleón.

martes, 25 de enero de 2011

UNA DE MORAL (51)

"Que no se me llame nunca si se trata de capitular, porque jamás seré de opinión de que no podemos defendernos."

Sargento Mayor de ingenieros Antonio Sangenís y Torres, durante el sitio de Zaragoza.

domingo, 23 de enero de 2011

UNA DE MORAL (50)

"Señores, a Rocaseta he elegido para vuestra victoria o para vuestra sepultura".
Instrucciones de Gonzalo Fernández de Córdoba a sus capitanes para la conquista de Rocaseta, primera campaña de Italia.

UNA DE MORAL (49)

Tras el sitio de Barletta, de nueve meses, según las crónicas de la campaña "el ejército sufrió muy grande necesidad, pues no se hallaba trigo, ni cebada ni otro mantenimiento alguno".
Los españoles aguantaron 9 meses y solo tras recibir permiso del Gran Capitán rindieron la fortaleza, con la condición de reincorporarse al ejército español.
Los 400 españoles que quedaban mandados por Pedro Navarro, salieron desfilando, con las banderas desplegadas y gritando:¡España! ¡España!, el cronista francés DÁuton escribió: "Yo no quiero en mi crónica dejar en olvido los buenos hechos de los españoles, antes bien, decir lo que por su virtuosa defensa deben tener como honorable elogio".

miércoles, 19 de enero de 2011

UNA DE MORAL (48)

“...Ha que sirvo a Vuestra Majestad cuarenta años la Navidad que viene, sin apartarme en todo este tiempo de la guerra y los cargos que me han encomendado y en ello he perdido tres hermanos, un yerno y un brazo y una pierna y un ojo y un oído y ahora últimamente un hijo en el que yo tenía puestos mis ojos y por otra parte ha de nueve años que me casé pensando en poder descansar y después acá no he estado un año entero en mi casa..."

Julian Romero, Maestre de Campo General de los Tercios Españoles.

martes, 18 de enero de 2011

UNA DE MORAL (47)

"No cuida de su honor ni estima la causa de del Rey quien no me siga." Alejandro Farnesio, encabezando el contraataque contra una salida de los defensores de Amberes. 1.585

lunes, 17 de enero de 2011

UNA DE MORAL (46)

Oración de cazadores de montaña.

"Señor Dios de las montañas,
Señor Dios de los azules cielos,
Señor Dios de las nieves y los hielos.

Protege a los que guardan
la paz de España en solitarias cumbres.

Y acoge en tu seno
a los mandos y soldados de estas tropas
que en el servicio murieron
por cumplir el juramento
que un día, ante Ti
y la Bandera, hicieron.

Señor:
no pudieron querer otra bandera,
no quisieron andar otro camino;
no supieron morir de otra manera".

domingo, 16 de enero de 2011

UNA DE MORAL (45)

"...que en las compañías de infantería española no haya ningún soldado de otra nación, excepto pífanos y tambores, y algunos soldados que al presente hay en ellas, italianos y borgoñeses, que nos han servido mucho tiempo con la nuestra infantería española; y así mismo en la infantería italiana, no haya español ni de otra nación, salvo algún alférez y sargento que sea español; y así bien en la infantería alemana no haya español ni italiano, sino que cada nación ande o sirva en las compañías de su nación y no fuera de ellas..."

Ordenanza de Génova, 1.536, por la que se crean los Tercios de infantería española.

sábado, 15 de enero de 2011

UNA DE MORAL (44)

"¡Aquí está el marqués con sus españoles!"

Grito de batalla del marqués de Pescara en la batalla de Pavía

UNA DE MORAL (43)

"Son ellos los que hacen sentirse invencible al Emperador, cuando en lo mas apurado de sus negocios y batallas se veían en medio de no más de cuatro o cinco mil españoles sobre cuyo valor arriesgaba su persona y su imperio y todos sus bienes, y decía a menudo que "la suma de sus guerra era puesta en las mechas encendidas de sus arquebuzeros españoles".
Señor de Brantone, "Gentilezas y bravuconadas de los españoles"

viernes, 14 de enero de 2011

UNA DE MORAL (42)

"Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.

Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!

Doquiera la mente mía
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española!


Tembló el orbe a tus legiones,
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia.

Siempre en lucha desigual
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros.

Y aún hubo en la tierra un hombre
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria.

Aquel genio de ambición
que, en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir.


¡Guerra! clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra! repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra! gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!


La virgen, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
"¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!"

Y suenan patrias canciones
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba!

¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero!"

Oda al dos de Mayo,Bernardo López García.

jueves, 13 de enero de 2011

UNA DE MORAL (41)

Lo demandó el honor y obedecieron,
los requirió el deber y lo acataron ;
con su sangre la empresa rubricaron,
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso, como valientes lucharon,
y como heroes murieron.

Por la Patria morir fue su destino,
querer a España, su pasión eterna,
servir en los Ejércitos, su vocación y sino.

No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron vivir de otra manera.