martes, 27 de septiembre de 2011

UNA DE MORAL (136)

"Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo, las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroismo con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanza de auxilio alguno, ha defendido su bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo, rindiendo culto a las virtudes militares e interpretando los sentimientos del ejército de esta república que bizarramente les ha combatido, a propuesta de mi secretario de guerra y de acuerdo con mi consejo de gobierno, vengo a disponer lo siguiente:
Artículo único.
Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas no serán considerados como prisioneros, sino por el contrario como amigos, y en consecuencia se les proveerá por la capitanía general de los pases necesarios para que puedan regresar a su país.
Dado en Tarlak a 30 de junio de 1899.
El presidente de la república, Antonio Aguinaldo.

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