jueves, 27 de junio de 2013

UNA DE MORAL (207)

"...pobre Alba. Porque fuiste inquebrantablemente fiel a la voluntad de tu señor, porque supiste como aplicar las leyes fundamentales del gobierno con mano dura y cargaste sobre ti la difícil tarea, por todo eso pesa sobre ti la maldición de la posteridad; pero es una maldición impuesta por plumas enemigas que al época moderna repite maquinalmente. Una maldición ante la que un alma fuerte y consciente como la tuya sonríe invulnerable. Alba es un monstruo protestante, apropiado con acierto para tragedias que rebosan libertad, y nosotros, los católicos, tenemos la noble gallardía de añadirnos al aplauso  a los silbidos, según disponga el buen tono entre nuestros enemigos...
Y aun entonces vacilaremos en aceptar estas confesiones rectas, afirmando con un encogimiento de hombros que habrá sido escritas por jesuitas de frac o ultramontanos camuflados. Pero contra la moda se lucha en vano,y, sobre todo, contra la moda asistida de la ignorancia..."

Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena, posteriormente Maximiliano de México, sobre el III duque de Alba.

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