martes, 30 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (18)

"¡Oh mis soldados! ¡Oh mis leones de España!"
Carlos I durante el asalto de la Goleta.

UNA DE MORAL (17)

"El hambre y el frío nos llevan a la derrota; nos salvó el milagroso hallazgo, nosotros velaremos por España; ¿queréis que se quemen las banderas, se inutilice la artillería y abordemos en la noche a las mayores galeotas hasta ganarlas o todos perder la vida?»

Francisco de Bobadilla, la noche del 7 de diciembre de 1.585, víspera del milagro de Empel.

"Los españoles prefieren la muerte a la deshonra"
Respesta de sus oficiales.

lunes, 29 de noviembre de 2010

WARGAMES

"Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la
cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y
reglamentos bajo el brazo, como los miembros de una cofradía
clandestina, dispuestos a poner patas arriba la Historia. Algunos
son tipos tímidos, solitarios. En apariencia, incapaces de matar una
mosca.

Pero fíate y no corras. Bajo su aspecto gris ocultan un corazón de
tigre, y cada fin de semana deciden sobre la vida y la muerte de
miles de seres humanos. Saben de heroísmo, y de coraje; y de encajar
impávidos los azares del destino y de la guerra, tal vez más que
muchos de esos militares de verdad que a veces se cruzan por la
calle, con su uniforme y sus medallas que a ellos les hacen sonreír
disimulada, esquinadamente, con mueca de viejos veteranos.

Los jugadores de los llamados wargames o juegos de guerra de salón
nada tienen que ver con el militarismo, o las ideologías. Del mismo
modo que unos juegan al tenis, otros al póker, y otros a la herencia
de Tía Ágata, los aficionados al asunto, que es una especie de
ajedrez pero a lo bestia, reproducen sobre tableros, con las fichas
apropiadas, situaciones estratégicas o tácticas de la Historia; y
basándose en complicados reglamentos, intentan darle las suyas y las
de un bombero a Rommel, por ejemplo, en El Alamein; o compartir
gloria con Napoleón en Austerlitz; o dar la vuelta a la tortilla
haciéndole la puñeta a Aníbal en Tresino, Trebia, Trasimeno y
Cannas. La forma usual es un terreno reproducido en detalle sobre
grandes tableros, y allí, con piezas, soldaditos de plomo o fichas
adecuadas, se desarrollan los acontecimientos históricos y sus
variantes, en largas operaciones de un realismo asombroso que llegan
a durar horas, e incluso días.

Como masones, los adictos al género intercambian informaciones,
reglamentos, experiencias. Hay especialidades, por supuesto:
artistas del combate táctico a nivel de pelotón, capaces de batirse
casa por casa durante días en los alrededores de la fábrica de
tractores de Stalingrado, y genios de la logística que llevan
tercios a Flandes por el camino español de la Valtelina entre las
diez de la mañana y las ocho de la tarde de un mismo día. A algunos
les gusta reunirse en grupos, haciéndose cargo cada uno de un bando,
o un cuerpo de ejército, o de una simple unidad de infantería; y
otros prefieren habérselas de tú a tú con el tablero, o con la
pantalla del ordenador, que facilita el juego a solateras. En cuanto
a sexo, predomina el masculino; aunque no faltan excepciones, como
la novia de mi amigo Miguel -el hombre que más cargas de caballería
ha ordenado en la historia de la Humanidad- , que es una moza dulce
y apacible hasta que el fin de semana, ante el tablero, se convierte
en una despiadada y lúcida táctica, capaz de cañonearse peñol a
peñol con el Victory, o putear al general Dupont en Despeñaperros
hasta que el maldito gabacho pide cuartel y misericordia.

Son la leche. Cuando los ves descargar adrenalina en sus excitantes
aventuras finisemanales, compruebas asombrado cómo se transforman
ante el tablero para compensar otra vida a menudo monótona, tal vez
insustancial. De pronto, inclinados sobre los hexágonos del mapa,
considerando los factores de movimiento entre Washington y
Gettysburg o la potencia de fuego de una división Panzer en los
campos embarrados de Smolensko, les aflora toda la seguridad, toda
la pasión, todas las cualidades buenas o malas reprimidas en el día
a día: abnegación, buen juicio, crueldad, rapidez, egoísmo,
iniciativa, sacrificio. Y comprendes que resulta imposible saber lo
que cada ser humano, incluso el de apariencia más torpe, bondadosa,
malvada o gris, atesora en su corazón o su cabeza.

Y además, comprendo el placer personal intenso, fascinante, de
hacerle trampas a la Historia. De romperle los cuernos a Bismarck en
Sedán, o destrozar los cuadros escoceses en Waterloo. O volver a la
oficina el lunes por la mañana y dirigirle al imbécil de tu jefe una
sonrisa enigmática que él nunca entenderá, ignorante del momento de
gloria infinita que viviste a las tres de la madrugada de ayer,
cuando, tras doce horas de combate, encendiste con mano temblorosa
un cigarrillo para contemplar desde el alcázar del Santísima
Trinidad, entre los mástiles derribados y los pasamanos hechos
astillas, como ardía la escuadra inglesa frente al cabo Trafalgar".

Arturo Pérez Reverte, El Semanal, 1996

jueves, 25 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (16)

"Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto."

Cosme Damián de Churruca, previo a la batalla de Trafalgar.

UNA DE MORAL (15)

"Y de entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde".

Benito Pérez Galdos, episodios nacionales.

UNA DE MORAL (14)

Durante el primer sitio de Zaragoza, (Guerra de la independencia ), los zaragozanos estaban faltos de casi todo, incluso de ropa, y había soldados y civiles que luchaban con harapos. Los franceses, admirados, les conminaron a la rendición, "Rendios y os vestiremos". A lo que contestaron: "No sabemos rendirnos, y nuestros cuerpos solo se cubren de gloria.
Episodios nacionales. Benito Pérez Galdos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (13)

"Y sin embargo, allí en Breda como antes en Sagunto, Las Navas, Otumba o Pavía, o después en los Arapiles, Baler, Annual o Belchite, quienes en realidad hacíamos el trabajo duro éramos nosotros. Los nombres dan igual, porque durante siglos fuimos siempre los mismos: Antonio de Úbeda, Luis de Oñate, Álvaro de Valencia, Miguel de Jaca, Juan de Cartajena... Con la España que teníamos a la espalda, no había otra solución que huir hacia delante. Por eso éramos, qué remedio la mejor infantería del mundo. Secos y duros como la ingrata tierra que nos parió, hechos al hambre, al sufrimiento y la miseria. Crecidos sabiendo lo que cuesta un mendrugo de pan. Viendo al padre, y al abuelo, y a los hermanos mayores, dejarse las uñas en los terrones secos, regados con más sudor que agua. A la madre silenciosa y hosca, atizando el miserable fogón. Salidos de ocho siglos de acogotar moros o de acuchillarnos entre nosotros, crueles e inocentes a un tiempo, traídos y llevados a través del tiempo y de los libros de Historia so pretexto de tantas palabras huecas, de tantos mercachifles disfrazados de patriotas, de tantas banderas a cuánto la vara de paño de Tarrasa, de tantas fanfarrias compuestas por filarmónicos héroes de retaguardia. Fíjenese en nosotros: siempre al fondo y muy atrás, perdidos, anónimos como siempre, como en todos los cuadros y todos los monumentos y todas las fotos de todas las guerras. Soldados sin rostro y sin nombre, carne de cañón, de bayoneta, de trinchera. La pobre, sudorosa y fiel infantería. Después, en los primeros planos y sobre los pedestales de las estatuas siempre aparecen otros: los Spínola que nunca se manchan el jubón, y que aún tienen humor y elegancia para decirle al holandés no, don Justino, faltaría más, no se incline. Estamos entre caballeros. El resto queda para nosotros: cruzar un río helado entre la niebla, en camisa para confundirnos con la nieve, la espada entre los dientes minados por el escorbuto. Levantarse y correr ladera arriba con la metralla zumbando por todas partes, porque al capitán, aunque es una mala bestia, nos da vergüenza dejarlo ir solo. Quedarte sin municiones en la Puerta del Carmen de Zaragoza y empalmar la navaja tarareando una jotica para tragarte el miedo, mientras los gabachos se acercan para el último asalto. Hacerse a la mar porque más vale honra sin barcos, dicen, en buques de madera ante los acorazados de acero yanquis. Morir de fiebre en la manigua, degollado en Monte Arruit por la ineptitud de espadones con charreteras. O cruzar el Ebro con diecisiete años mientras la artillería te da candela, el fusil en alto y el agua por la cintura, con los compañeros yéndose río abajo mientras en la orilla los generales y los políticos posan para los fotógrafos de la prensa extranjera."

Arturo Pérez Reverte.

LAS PERLAS DEL FMG (5)

"Troya cayó porque los Troyanos en la noche clave se entragaron de forma masiva a una extenuante juerga y cuando se quisieron dar cuenta tenían en sus cuellos las espadas de los Espartanos."

lunes, 22 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (12)

Otra de las versiones que se le atribuyen a Cervantes, en las que pide permiso a su capitán para combatir en Lepanto:

"Dijole el capitán (Sancto Prieto): que pues estaba malo, no pelease é se retirase é bajase debajo de cubierta de la dicha galera porque no estaba para pelear.

Respondio Cervantes: qué dirían del, é que no hacía lo que debía, é que más quería morir peleando por su Dios é por su Rey que no meterse so cubierta, é que su salud."

UNA DE MORAL (11)

"Dirigió a Veniero algunas palabras afectuosas y recorriendo una por una las galeras, con voz sonora y encendido de entusiasmo, decía a los venecianos: "hoy es día de vengar afrentas, en las manos teneis el remedio de vuestros males, menead con brio y cólera las espadas".
Y mirando a los españoles:
"Hijos, a morir hemos venido;a vencer, si el cielo así lo dispone. No deis ocasión a que con arrogancia impía os pregunte el enemigo ¿Dónde está vuestro Dios? Pelead en su santo nombre; que muertos o victoriosos, gozareis de la inmortalidad".

Atribuido a D. Juan de Austria, la víspera de Lepanto.
Cayetano Rosell: Historia naval de Lepanto.

sábado, 20 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (10)

"No basta con decir: "Sí, lo juramos".
y dar un beso a la bandera luego;
hay que saber que España es como un fuego
en el que sin remedio nos quemamos.

Hay que sentir la tierra que pisamos
como un valiente acoso que, andariego,
nos llevará sin tregua ni sosiego
a probar con la muerte si la amamos.

Es entender que el mundo se nos cierra
y se hace un nido maternal la tierra
en el que siempre viviremos presos.

Y ver que el juramento nos convierte
en presas favoritas de la muerte
mientras nos entra España hasta los huesos".

Coronel Luis López de Anglada.

LAS PERLAS DEL FMG (4)

"Troya cayó porque los Troyanos en la noche clave se entragaron de forma masiva a una extenuante juerga y cuando se quisieron dar cuenta tenían en sus cuellos las espadas de los Espartanos".

LAS PERLAS DEL FMG (3)

Sobre el rescate del Alakrana:

"Yo soy positivo y quiero pensar que si se ha pagado algún rescate los piratas emplearán el dinero en construir alguna escuela y algún hospital".

lunes, 15 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (9)

"Estos son españoles, ahora puedo
hablar encareciendo estos soldados
y sin temor, pues sufren pie quedo
con un semblante, bien o mal pagados.
Nunca la sombra vil vieron del miedo
y aunque soberbios son, son reportados,
Todo lo sufren en cualquier asalto,
sólo no sufren que les hablen alto".

D. Pedro Calderón de la Barca.
Soldado de la infantería española,

UNA DE MORAL (8)

Gutierrez de Cetina “A los huesos de los españoles muertos en castelnuovo”
“Héroes gloriosos, pues el cielo
os dio más parte que os negó la tierra,
bien es que por trofeo de tanta guerra
se muestren vuestros huesos por el suelo.
Si justo es desear, si honesto celo
en valeroso corazón se encierra,
ya me parece ver, o que sea tierra
por vos la Hesperia nuestra, o se alce a vuelo.
No por vengaros, no, que no dejastes
A los vivos gozar de tanta gloria,
Que envuelta en vuestra sangre la llevastes;
Sino para probar que la memoria
De la dichosa muerte que alcanzastes,
Se debe envidiar más que la victoria".

jueves, 11 de noviembre de 2010

LAS PERLAS DEL FMG (2)

"Uno de los paises más belicosos del S. XX ha sido Alemania,pero el soldado Español ha tenido buena fama aunque hay aspectos muy discutibles de su conducta,por ejemplo Carlos V intentó implantar en España las justas,es decir, los duelos de caballeros con lanza en un torneo y al principio se presentaron un buen número de caballeros Castelanos,pero a medida que elo número de heridos aumentó considerablemente de la misma manera el número de caballeros Castellanos comenzó a disminuir de forma alarmante,esto ocurrió cuando Valladolid era la capital del Imperio Español.Como siempre una de cal y otra de arena,en el lugar contrario estaría el valiente soldado Cascorro que fue el primer kamikaze Español en la guerra de Cuba,lanzó una especie de coktel molotov casero y se llevó por delante a un montón de soldados Norteamericanos"

UNA DE MORAL (7)

"Yo no sé que tiene esta profesión,a pesar de los sacrificios, riesgos, penurias e ingratitudes, son tantas las satisfacciones y alegrías que se está orgulloso de pertenecer a ella y con deseos de continuar siempre en sus filas".

Sobre la profesión militar.
Miguel de Cervantes.

domingo, 7 de noviembre de 2010

LAS PERLAS DEL FMG (1)

Tras varios años de participar en este foro, he ido recopilando algunas de las intervenciones mas "peculiares", que reproduzco aquí literalmente, faltas de ortografía incluidas.

Sobre la II guerra mundial.

alemania no invadio inglaterra por que no estava segura de hacerlo pero lo podria haber hecho los submarinos alemanes tenian el dominio del mar la luftwaffe hizo polvo mas de una vez a la raf y bombardeo grandes ciudades de inglaterra incluso esto si que es importante el misil v2 se fabrico en el norte de africa al cargo de rommel el objetivo de ese misil era lanzarlo a inglaterra pero no se lanzo por que los comandos sas britanicos lo destruyeron en la operacion silenciar v2 el v1 fue lanzado a londres y causo enormes daños pero bueno cada uno su opinion luego para enfrentarse a un tiger 2 ivan mas de 4 sherman y repito alemania perdio la guerra en estalingrado ya que hay un fin en todo y aveces no se puede ampilar tanto un pais saludos

jueves, 4 de noviembre de 2010

UNA DE MORAL (6)

Contestación de Millán Astray a una petición de ingreso en la Legión.

Don Marcial Sánchez Barcaiztegui Gil de Sola

Caballero Alumno.

Acaban de entregarme la carta que me envías solicitando ingreso en la gloriosa Legión, para cuando salgas de oficial, e invocando como título para ello; tu noble apellido, la sangre que corre por tus venas y tus entusiasmos militares; no es pequeño el ofrecimiento; tu apellido es símbolo de españolismo probado por guerreros que lo llevaron e hicieron ilustre; tu sangre es garantía de que cuando llegue el momento hervirá con todo el ardor necesario para derramarla gozoso; tus entusiasmos serán resortes preciosos para sufrir contento las penalidades de la vida de campaña y para encontrar en el tropiezo con las balas la satisfacción que borra los dolores físicos; pero para que vengas a la Legión son aún necesarias más condiciones, y esas condiciones las proporcionarán con la esplendidez ya legendaria en los infantes españoles, ahí, en esa santa casa, donde recibimos las bases fundamentales de nuestro espíritu militar.

Habrás de rendir culto al honor, culto que te obligará a que tu conducta en todos los órdenes, militares y civiles, sea pura e inmaculada, depurada en sus conceptos, siempre inclinada al bien, evitando siempre los falsos pasos, las conductas dudosas y las compañías perniciosas.

Culto al valor, que te sobrepongas a las flaquezas humanas y al instinto de conservación, para ofrendar con gusto tu vida y mirar a la muerte cara a cara; pero este valor ha de ser sereno, tranquilo, ecuánime, Sin exaltaciones, ni depresiones, sin desprecio al enemigo si fura poco, sin temerle cuando sea mucho, y sin que este valor sirva para emplearlo en las discusiones con los compañeros ni en las peleas con los paisanos.

Culto a la cortesía, para que tus actos se rijan siempre por la exquisitez de los caballeros Españoles; dulce en el trato, afable con todos, respetuoso para con los superiores, galante con las damas, singularmente amante y entusiasta del soldado, al que has de cuidar constantemente, vigilándole, encauzándole y atendiéndole con fraternal cariño cuando se encuentre enfermo o herido, o cuando su espíritu decaiga por tristezas o recuerdos de su vida ciudadana.

Culto al Rey, como Jefe Supremo del Ejército, como encarnación de la institución que rige a España, con reverencia, admiración y adhesión hasta la muerte a Alfonso XIII de Borbón, modelo de soldados y caballeros, cuya alma entusiasta ha probado repetidas veces ante la metralla su valor de soldado, y cuyos entusiasmos y cuyos alientos para sus vasallos le hacen que reúna todas las condiciones que necesita el Rey y el caudillo.

Y, como final, culto a la Patria, altar en donde has de ofrendar cuanto seas, cuanto poseas, cuanto puedas valer, y como compendio y suma de los ofrecimientos, entregar en ese santo altar tu vida, con la seguridad también de que si mueres por ella, serás amorosamente recogido por los brazos de Dios, y pasaras a la inmortalidad, como todos aquellos soldados que hacen grande a su Patria con la ofrenda generosa de sus vidas.

Dichos los fundamentos, quedan solo los detalles, que también son convenientes para que tu vida militar se desarrolle dentro de la sana alegría que debe presidir los actos de la vida de los que son felices: optimismo, que te lleve a pensar siempre bien, que disipe las tinieblas de tu espíritu en los momentos de angustia o de duda, que te haga olvidar las fatigas, que evite el que te fijes en la cantidad del alimento cuando este sea escaso, o en la dureza del lecho cuando éste sea sólo la madre tierra, que te haga mirar con serenidad y sin horror las tragedias de la guerra, que en los momentos de abatimiento haga surgir la copla o el chiste oportuno, y que cuando los hombres te miren a los ojos, porque las circunstancias no sean favorables, encuentren en el brillo de los tuyos una esperanza fundada de que tu a1ma está bien templada, y siempre piensas en la victoria; exagerada corrección en el manejo de los caudales que te confien como administrador de tus soldados; interés exagerado por la alimentación de tu tropa; igual interés por su higiene; y como compendio, el cuidado constante de su espíritu y de su moral, para mantenerlos a ellos también siempre contentos, gozosos y afanosos de ser empleados en las ocasiones de peligro, para emular las hazañas de los antiguos infantes, para dar esplendor a la infantería de ahora y para ceñir nuevos laureles a la bandera de su Cuerpo.

Si a todo eso estás dispuesto, si haces así profesión y fe de cumplirlo, si a ello unes el juramento sagrado de ser fiel y leal a tus compañeros, entendiendo por espíritu de compañerismo el de ayuda, el de sostén, el de amparo, el de buen consejo, el de favor, el de disimulo de sus faltas, el de encauzar a los descarriados, el de ayudarles con tus medios económicos, el de inyectarles tu elevada moral cuando la suya decaiga, y sin que nunca traduzcas el espíritu de compañerismo en la reunión de varios para castigar a uno que delinquió, aún siendo obligación que impone la salvaguardia del honor militar, y que todos debemos estar dispuestos a cumplirla, pero ocultando serenamente las lágrimas de nuestros ojos y los dolores de nuestro corazón, porque esa manifestación jamás será de compañerismo, sino de sacrificio para mantener incólume el esplendor del honor militar.


Piensa en lo que escribo, cultiva tu espíritu leyendo las obras del arte militar y estudiando con fe y ahínco los reglamentos que has de manejar para conducir tus soldados a la victoria, cuida de tu cuerpo para que esté fuerte y vigoroso, y no dejes de pensar en que el cumplimiento exacto de tus deberes religiosos es también necesario para mantener la conciencia tranquila y el alma libre de pecado.

Millán Astray

miércoles, 3 de noviembre de 2010

He utilizado como dibujo de presentación una lámina del genial autor Dionisio Álvarez Cueto, uno de los mejores ilustradores militares de Europa, recientemente fallecido.
Si hay algún problema de copyright o de derechos de autor, será quitada de inmediato.

WARGAMES

Coraceros franceses, 28 mm, Perry miniaturas.





lunes, 1 de noviembre de 2010

WARGAMES

Ganko/pájaros en vuelo (formación defensiva).
Sólida formación defensiva, tanto por el frente como por los flancos. las unidades de infantería podrán repetir el primer test moral o de organización (según el reglamento que se emplee) fallado.