Tras el sitio de Barletta, de nueve meses, según las crónicas de la campaña "el ejército sufrió muy grande necesidad, pues no se hallaba trigo, ni cebada ni otro mantenimiento alguno".
Los españoles aguantaron 9 meses y solo tras recibir permiso del Gran Capitán rindieron la fortaleza, con la condición de reincorporarse al ejército español.
Los 400 españoles que quedaban mandados por Pedro Navarro, salieron desfilando, con las banderas desplegadas y gritando:¡España! ¡España!, el cronista francés DÁuton escribió: "Yo no quiero en mi crónica dejar en olvido los buenos hechos de los españoles, antes bien, decir lo que por su virtuosa defensa deben tener como honorable elogio".
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