"...y los franceses sitiaron a la ciudad de Rávena, a
la cual fue a socorrer el campo de la Liga. Y las voluntades y ocasiones
llegaron a términos que con todas sus fuerzas se dieron en una de las más
sangrientas batallas de Europa, domingo 12 de abril de 1.512. En la cual, aunque
los franceses se tuvieron por vencedores, murieron tantos de su parte y personas
tan señaladas, con su capitán general, Monsieur de la Foix, que se pudo dudar
mucho de la victoria. Y después de rompidos los campos, quedó un escuadrón de
infantería española que nunca la pudieron romper, y pasó por medio de todos los
franceses dejándolos ir en salvo".
Fray Prudencio de Sandoval.
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